VI Jornadas Franciscanas Promovidas por el grupo DESPIERTA - Portugal
La escuela católica: qué desafíos tiene para el futuro?
Fue un momento para compartir y movilizarnos junto con varias instituciones de enseñanza ligadas a las Hermanas. Después de un años de intensa actividad educativa, es una forma de dar testimonio a las comunidades locales y al país, de un mensaje de confianza en las obas educativas de la Congregación, en su papel social, en su calidad pedagógica y en un cuadro sólido de valores inscriptos en el modelo franciscano.
A lo largo de la tarde hubo varios momentos de intercambio: la actuación de la Tuna Masculina de ESSSM, con la participación del Hermano Felipe, hermano capuchino y del Profesor Doctor Joaquín Azevedo. Este fue el primer orador de la tarde que comenzó su intervención con la siguiente afirmación: La escuela católica es el rostro de Cristo junto a los niños. Esta suposición exige una implicancia ética, exige ser rechazado en nuestra vida concreta, en nuestra comunidad educativa. La escuela católica forma parte de una Iglesia en salida, a la que se refiere tantas veces el Papa Francisco. Una iglesia que no se limita a repetir padrones heredados del pasado, mas que se sabe adaptar al tiempo presente de forma dinámica y creativa. Como escuela católica tenemos e desafío de criar niños que sean protagonistas de su vida, que sean capaces de confrontarse consigo mismas, de discernir y de posicionarse delante de realidades como verdaderos agentes de transformación de la misma.
Siguió el hno. Felipe que con el tema: Educar con opciones éticas en el mundo digital. Nuestro Hermano Capuchino, nos presentó algunos valores Franciscanos que nos ayudan a hacer opciones éticas en el mundo en que vivimos y no nos dejemos engañar por la forma seductora que la tecnocracia se impone en el mundo de hoy. Las opciones que hacemos en el uso de las herramientas digitales a nuestra disposición no son inocuas. Los valores Franciscanos son herramientas que nos ayudan a posicionarnos sin ingenuidad delante de este mundo tecnológico que no para de evolucionar. Como escuela católica, no podemos parar este ritmo de evolución del mundo digital, mas podemos ofrecer alternativas.